La Pastora María Reyna Sarante ha sido tocada por Dios desde su niñez. Ya en su adultez, al conocer a Cristo, se encendió en ella un espíritu evangelístico y un amor profundo por las almas perdidas, los enfermos, los hambrientos, los niños abusados y los que sufren. Por años clamó con gemidos ante Dios, rogando por la salvación de las almas.

Durante un retiro, Dios le habló de manera audible y, en una revelación, le mostró que estaba sentada con Cristo en la mesa para luego servir, simbolizando el llamado al ministerio. Tras 16 años trabajando directamente con las almas, Dios confirmó su llamado pastoral a través de múltiples profetas, refiriéndose a ella como “Mi Pastora”.

En una visitación divina, Dios hizo un pacto con ella, colocándole un anillo en la mano derecha como símbolo de compromiso con su ministerio. Confirmó su llamado con el Salmo 15:1-5 y le habló de levantar un altar. Así nació el nombre de la iglesia: Casa de Oración y Liberación, INTL., que inició oficialmente el 27 de marzo de 2021, en su hogar, con apenas cuatro personas. Desde entonces, la manifestación del Espíritu Santo ha sido evidente en cada reunión, con señales, milagros y transformación de vidas.